MOGNTANE

Que nada te turbe, Nada te espante

Ves la gloria del mundo?
Es gloria vana;
nada tiene de estable,

Todo se pasa.

Aspira a lo celeste,
que siempre dura;
fiel y rico en promesas,
Dios no se muda.

Con una copa de vino, de crianza,  - su paladar los encuentra más suave -  en la intimidad de su ático, situado en la Plaza de Oriente, de fondo música gregoriana y mirando hacia el horizonte en su sillón preferido, dejando divagar su mente, gozaba de antemano la última aventura de extremo riesgo que en tres días iba a realizar.

Ya había utilizado esta agencia de ocio especializada en conseguir producir en grandes dosis las respuestas cerebrales, como adrenalina y orexina que te llevan a una acción agradable,  produciendo (momentáneamente)  un estado de euforia, de máxima energía y de capacidad de acción, placer y recompensa.

Y una de las formas más divertidas para disfrutar de esta explosión de placer, es hacerlo con cualquier deporte extremo.

Esta agencia había incluido el elemento sorpresa  que para nuestro protagonista, Mogntané, suponía un aliciente muy gratificante, era una de las más caras, pero eso no significaba nada para nuestro multimillonario personaje y a nadie tenía que rendir cuentas.

En el punto de salida, le informaron sólo de lo suficiente para comenzar.

Ya vestido y delante de su nave, iba a explorar una zona recién diseñada, donde supuestamente todo cuanto le esperaba estaba preparado para satisfacer su adictiva afición,

- la nave dirigida desde la base situad - en el Valle de Arán -  un cliente por nave y sin conocer al resto de compañeros -

Desde la utilización de la velocidad del sonido, en poco más de un segundo tu nave estaba alunizando, era su decimoquinto viaje, por tanto él , lo sentía por haceros una idea, similar  al que sus tatarabuelos realizaban  en el puente aéreo de Madrid-Barcelona.

Su nave despega y en 2 segundos nota que no se frena, bien,  será en otra base distinta, entrará en el factor sorpresa, pasa medio segundo más, y se detiene, se encienden las luces y la puerta se abre, sale al exterior.

Allí no hay nadie, nada que le resulte conocido, sigue desconcertado, el suelo es cristalino, avanza escrutando todo su entorno, miedo no, ninguno,  nunca ha fallado la Agencia, no tiene motivos entonces para ello, continúa alejándose de la nave y  su cerebro comienza a segregar las hormonas que le hacen disfrutar.

¡¡Bien!! esta aventura comienza con el factor sorpresa, primera vez que cambian el orden del juego, estoy dispuesto, el registro incorporado en su  muñeca le indica que el oxigeno  respirable esta perfecto, se quita el casco;  el paisaje es muy elaborado, los sonidos poco audibles, le agrada, si no fuera por su estado de alerta, todo encaja, existe armonía.

Del suelo cristalino, comienzan a elevarse unas figuras de múltiples y bellísimos colores, acompaña un sonido de fondo, voces graves de hombres y mujeres, melodiosas, como un canto gregoriano a dos coros, que belleza inusitada, siente abrazos, siente calidez, ternura, una bienvenida afectuosa y sin embargo nadie esta junto a el.

Con estupor, concluye, definitivamente ha habido un fallo, estoy en otro planeta., sigue casi sin pestañear todos los movimientos que se están produciendo, la curiosidad y necesidad de conocimiento aumenta. Esas figuras están tomando forma y ¡vive Dios¡, es tan semejante a los humanos, salvo que en su cabeza lo que sería la melena, en ellos y ellas es una cascada de cristales coloreados; ahora se acercan hacia él, de distintas estaturas y distintas caras. Percibe la alegría en todos los que, ya le saludan, algunos le tocan, otros con su gesto le expresan afectividad y van dirigiéndole por un camino amplio que va descendiendo de tal manera que el suelo se convierte en techo, la transparencia es absoluta , ve la Vía Láctea. Realmente ¿está en el suelo ó en el techo?, las casas son todas colgantes, ninguna igual a otra, un entramado de puentes elevadizos, entrelazados, une todo, observa una fuentes gigantescas de donde emanan los cristales más bellos y pulidos, convirtiéndose en   indoloros, es similar al agua en nuestro planeta y que unidos entre si, forman el suelo, las paredes, y cualquier tipo de construcción.

Pregunta que donde está, el nombre es Zoñum, le han llevado al centro neurálgico, en su mente repite una y otra vez: Que nada te turbe, Nada te espante…y continúa el poema, que sabe de memoria…

Id, pues, bienes del mundo;
id, dichas vanas,
aunque todo lo pierda,
Sólo Dios basta.

El, de profesión político, con un alto cargo del que se siente muy orgulloso, y al que le es completamente indiferente que en la prensa y manifestaciones  le llamen corrupto , (ahora todos entran en el mismo saco) su conciencia está tranquila “ tiempo al tiempo.”.

Comienza a imaginar que podría ser ahora su vida, se siente libre, acogido, el amor de la niñez, ese amor desaparecido hace tantos años, ahora intensamente le llena el alma y desea y  descubre: es que ha llegado al lugar que llevaba años buscando por caminos totalmente erróneos, y, sonriendo concluye: NO HA HABIDO NINGUN ERROR, esta es la senda que yo buscaba y me ha sido concedida.

La bienvenida os la doy yo a todos vosotros, a esta oportunidad,  por favor

¡¡¡OS AMO¡¡¡¡  y en su mente,  el poema…

Confianza y fe viva
mantenga el alma,
que quien cree y espera
Todo lo alcanza.

Santa Teresa de Avila

Autora:

tRamos