ILUSION DEL EGO

El origen del sufrimiento es el apego, que crea la ilusión del ego.

El dolor en si no purifica, es como  una erupción en la piel, que indica un proceso purificador, pero hay que descubrir el origen del dolor, y eliminar sus causas.

BUDA

Ha pasado casi un mes, tengo que hablarlo, escucharme. Quede con mi amiga ”Légolas”  esa misma tarde  la llamo así, por el parecido del personaje con ella   en su recién estrenado hogar (quinta y última planta).

Es terapeuta, a veces pienso que la profesión la eligió a ella.

Llego puntual, y nos dirigimos enseguida a su terraza, y tenía  todo dispuesto, incluido un cenicero para mi, la tetera silbó justo en ese momento

 – Elige tú el sitio que prefieras, no tardo.

Apoyada en la barandilla, voy paseando la vista por esas tejas de alfarería en los antiguos edificios de Madrid.

- ¿Estás cómoda?, Abél no llegará hasta las 8 en adelante, podrías quedarte incluso a cenar, y luego te acercamos a casa,

- Me apetece en principio,

     ¿Sabes el refrán sobre las tejas?, dice: Madre y teja, no pierde por vieja”

L –¿Lealtad?, ¿calidad?, ¿solidez?, si,  puede ser, ¡vaya¡  dejaron de ser simples tejas.

S- ¡Qué preciosidad¡, me imagino toda esta panorámica, nevada.  – guardamos silencio y compartimos la visión  con placidez –

 Intuyo muchos placeres de este tipo en tu vida

- Si, me encuentro muy a gusto y lo valoro, este espacio, es el principal de toda la casa. Celebraremos barbacoas entre muchas más opciones para disfrutarla, como la de hoy.

Me fijo en la mesa,…. mmmm  azucar moreno y blanco, un bizcocho casero, limón y leche, hojas de hierbabuena recién cortadas,  se podía ver en ellas gotas de agua.

Tiene muchos tiestos de distintas hierbas: tomillo, romero, albahaca… un hermoso jazmín enredado en la pared de enfrente.

Los olores se mezclan y el silencio de esa calle céntrica y a su vez alejada del ruido crean un ambiente prometedor para un diálogo sosegado.

Me conoce lo suficiente para dejar que inicie despacio mi relato,

– Hace tres semanas o más, la mañana de un sábado, tomando el primer café, encendí el móvil, reconocí su wassap. Ponía AUDIO. Le dí a reproducir: ¡Sorpresa¡ comenzó la grabación de una conversación mantenida el día anterior, ¡NO¡ , no era una canción dedicada, no era un audio esperado, era EL MAS PURO Y DIRECTO de cuantos ataques haya tenido en  mi vida.

Escuché su voz tan reconocible y luego la mía:… furiosa, despechada, hiriente, exigente, cínica. La suya en cambio, amable, tranquila y conciliadora. Aún medio dormida, terminada  la grabación, busque mis cascos, necesitaba escuchar con nitidez suficiente para que mi cerebro saliera de su asombro y entendiera que estaba ocurriendo. ¡Como no iba a recordar la conversación¡, pues claro y claro es que esperaba una reacción; pero ingenua e inconsciente había imaginado la fantasía, que sólo en mi existía.

Y descubrí la rabia, porque las cosas no son como yo quiero, y mi vergüenza: SOY, ¡TODO CUANTO ABORREZCO¡.

- Me entendió en el acto –

- Lo importante es que sabes que es lo que no quieres, y este es el primer paso para cambiar.

He vuelto a enmudecer, es la segunda vez en mi vida. La perspectiva de mi persona no me es reconocible. Tengo sentimientos  tan insólitos, ¿entiendes?.

– Asiente. No te martirices por los errores, evita que se vuelvan a repetir.

S – Veras, he creado una habitación vacía en mí mente, tiene metros y metros diáfanos, no hay muros ni paredes, dentro de ese recinto “vacío” visualizo de manera inconexa, mis recuerdos. Los más y los menos significativos. Resaltan mis mentiras las que fueron conscientes y las que yo misma llegue a creerme.

Veo en la distancia mi persona desde la niñez,  paseando por escenas que componen mi historia y en muchas,  demasiadas,  de esas imágenes, con las que no estoy conforme, no hay autenticidad en mi persona. Destacan mis ganas de agradar, de buscar aprobación, cariño, afecto y mi profunda tristeza, muy muy escondida.

– Te resultará difícil, pero tú puedes y sabrás sacar la lección. Continúa,

– Sabes lo dada que soy a las citas y encontré:  SORPRENDERSE, EXTRAÑARSE, es comenzar a entender. Es de Ortega y Gasset.

Légolas, ¡Estoy perdida¡ . Mi sorpresa esta siendo inmensa, se une  mi vergüenza y extrañeza y lloro por mi soy decadente y creo que siempre lo he sido. Esto es lo que comienzo a entender y con esta verdad absoluta, no se que hacer.

- Necesitas encontrar tu propio respeto, valoración y lealtad.

- ¿Podría hacer un careo conmigo misma?, ¿Por qué no?, ¿a ver que te parece?:

- Deja tu anhelo de que te quieran por lo que crees que les gusta de ti.

-  ¿Ser, yo?, ¿tal cual?; ya me han abandonado por hacerlo, o tengo algo que ofrecer que les atraiga, en función de las necesidades de las personas o se irán.

- Deja de dar, de ofrecer, lo que no eres.

- ¿Y me querrán?...

Esto no tiene fin, Légolas,  porque este es el comienzo. Tengo que hallar una  nueva actitud y encontrar mi lealtad, mi calidad y mi solidez.

Oímos la puerta,  y entra Abél, también es de la misma profesión que su compañera. Ambos saben MANTENER LA ESCUCHA ACTIVA, y ambos son AMIGOS MIOS, y lo agradezco profundamente, tener el coraje de quererme no es fácil… 

Autora
tRamos