Cuando se teme a alguien
es porque a ese alguien le hemos concedido
poder sobre nosotros.
es porque a ese alguien le hemos concedido
poder sobre nosotros.
Herman Hesse
Sobre la amplia mesa, voy preparando todo lo que necesito para esa
reunión, la anfitriona, esta haciendo una limonada fresca en su cocina, prefiere
hacerla ella misma, le da un toque, que sus amigas elogian y - ella adora los elogios -.
Mi persona, se vuelca en preparar la reunión de Tupper Sex, lo primero
que pongo en el lateral de la izquierda, es publicidad :
"...La Maleta Roja y la obra El Manual de la Buena Esposa te
ofrecen la posibilidad de ir al teatro y ahorrarte un dinerito como buena
espectadora..."
El MANUAL DE LA BUENA ESPOSA es una comedia que habla, fundamentalmente, sobre la mujer española,
en el Teatro Lara, pero también habla de
las relaciones matrimoniales, la educación, el deporte, etc.,
Esta publicidad, me está llegando a ser necesaria para hacer la introducción desde el
intelecto, es pura estrategia para ir directa a sus mentes y dejar la maleta
roja en último plano
Continúo con arte y delicadeza, según mi propio criterio, colocando los productos hasta estar convencida
que por líneas de marketing y mi experiencia, ese “escaparate” logrará una
imagen respetable.
Aún es pronto, podemos mantener una charla e ir disfrutando de una
agradable conversación, ella me invita a uno de los sofás cerca de la chimenea,
que no tiene ninguna utilidad , está
dentro de una decoración minimalista, como el resto del recién adquirido
palacete.
La conversación se va centrando en la obra , por deseo de ella:
-Fui con mi marido,
expresamente se lo pedí, me interesaba mucho hasta donde no deseo ser ese
ejemplo. Me considero y reivindico el feminismo, no existe manual de buena
esposa, existe la igualdad.
- Siento no estar muy de
acuerdo, todas seguimos un patrón de actuación con nuestra pareja, salpimentado
por muchos manuales e influencias que parten de la infancia y según tus
circunstancia, van evolucionando, cierto es, que soy absoluta defensora de la
intimidad de cada ser, de su identidad y
dignidad como persona, es UNO + UNO.
- No, no, la pareja debe tener tal conexión y responsabilidad con el
otro, que todo verse en función de DOS y no halla secretos, ni tiempos independientes para cada uno, esos momentos
de haberlos serian triviales y sólo por motivos de trabajo habrá separación,
involucrándote cuanto puedas también en su agenda laboral, conocimiento de
clientes, horarios etc etc, abarcar cada
momento de su vida, al igual que él contigo, tener la libertad de hacer cuantas
llamadas requiera yo hacer, no soporto no saber donde y con quien está, no
soporto no ser YO lo primero para él, yo le amo, es mi marido, no soporto que él no haga lo
mismo conmigo.
- Amar es como la fé, es la certeza, lo que no se ve, la
convicción de lo que no espera; “aquí lo
dejo, ella es la anfitriona y no debo contrariarla en demasía”, dejo a su elección la libre
interpretación de mi creencia.
El sonido del timbre de la puerta nos interrumpe, “bien, ya tengo más
o menos creado el perfil de ella, creo no me será difícil conducirla”.
Mientras me deja en espera observo una vitrina allá en un rincón
alejado, con curiosidad me acerco y veo un fabuloso libro de Herman Hesse,
editado en 1927 El Lobo estepario versión alemana. Primero sumamente
sorprendida, luego, paso a la
incredulidad, no me explico como esta mujer tiene un tesoro de esta índole
“¿valorará lo que posee?, ¿será un regalo?”, intento levantar el cristal pero
la vitrina esta cerrada. Sonrío “obvio, es suyo”,
Con celeridad alejo este descubrimiento de mi mente y me preparo a
esa reunión donde pretendo hacerme una cartera de clientes, además de otro fin.
Con un perfil similar al de la anfitriona, en cuanto a un nivel económico que
nos les viene de cuna y presupongo afinidad de ideas, y en mi solo parece
coincidir la edad, pasamos todas de los 50 años.
Ya, todas han elegido y bromeado sobre su adquisición.
No he contemplado la posibilidad de repartir entradas sobre la obra,
es de mal gusto, voy dejando ese tarjetón para ser lo último que guarde y dar
libre opción a que sean ellas las que me pidan, o bien terminar con una
conversación sobre literatura, darle un sello final de distinción a las
protagonistas y sobre todo a la anfitriona.
Conducía, deseando llegar a mi descanso, un apartamento donde nada
material me faltaba, el lugar en el cual te puedes DESNUDAR por completo.
Según el cansancio o premura que necesite para conciliar mente alma y
cuerpo; la respiración se sincronizará con la quietud y silencio, mientras “ese
piloto automático” realiza los rituales nocturnos, tus pensamientos
adquieren un ritmo lento, lentísimo.
Aprendí, no con gusto, por cierto, que, de nada eres propietario, salvo de la actitud
ante la vida, siempre que estés cuerdo.
Unos spaguettis carbonara y un
vaso de agua, no encendí la tv., repase la tarde, con todos los detalles que
había observado con tantísimo interés, e incidí como siempre “no juzgues” ,
“¿Quién eres tú, para emitir un juicio sobre ella u otras mujeres?, ¿para dudar
si merece o no tener un libro tan preciado? Y , preciado o apreciado, ¿en base
a que?.
Lo he releído en edición de
bolsillo, cuantas veces se me apeteció desde aquellos 16 años, en que como
muchos otros descubrí. La portada, el
año de edición etc. No tienen valor para el interior, es EL CONTENIDO el que
hace mella en tu idiosincrasia.
El no tener, el no querer propietario de mi ser, el pensar en una
entrega recíproca voluntaria. Con la consciencia que deseas de ese otro ser, un amor
desprendido, como esas afortunadas madres, que agradecen y respetan la compañía de sus
hijos en encuentros esporádicos o no, de esos hijos independientes que vienen a
ti por libre elección.
Si, se lo tenía que contar, sin duda alguna, le felicitaría por los
detalles de delicadeza, inteligencia, feminidad, buen gusto, por su amor hacia
él, las veces que le mencionó con
cariño, admiración, compartiendo con todas nosotras lo mucho que le valoraba.
En algún encuentro con él, antes o después de que me eleve a la dicha
por su compañía, sus abrazos, caricias,
besos y nuestro sexo.
Le felicitaría por su mujer.
Autora.
tRamos
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